PSICOTERAPIA INFANTIL
Y ADOLESCENTE
BIENESTAR SOCIAL Y EMOCIONAL
La psicoterapia infantil es un tratamiento terapéutico que ayuda a los niños a mejorar su bienestar emocional y social. Se basa en técnicas y métodos que buscan ayudar a los niños a identificar y expresar sus emociones, sentimientos y pensamientos, y a resolver situciones de la vida diaria.
Los peques y los padres adquieren herramientas para una convivencia más sana a través de la terapia del juego y relacional. Los padres son fundamentales para el desarrollo del pequeño o adolescente.
CONSTRUCCIÓN DEL PENSAMIENTO Y APRENDIZAJE
VALORACIÓN
Se realiza una evaluación individual con el paciente y una evaluación relacional en conjunto con los padres.
La terapia se realiza de acuerdo al plan de atención individualizado de cada paciente y según los resultados de la evaluación.
Los padres son parte fundamental del proceso, debido a que se manejan 3 tipos de sesiones de acuerdo al plan terapéutico.
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Sesión individual con el paciente.
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Sesión de orientación a los padres.
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Sesiones en conjunto de los pacientes y padres.
Mi peque debe asistir si...
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Si tiene dificultades para reconocer sus emocionales.
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Problemas de conducta
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Si vivió eventos traumáticos como la muerte de algún familiar o mascota.
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Problemas sociales, como hacer amigos o dificultades para hablar.
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Dificultades académicas
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Transiciones importantes para adaptación a cambios
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Si un niño muestra un comportamiento que preocupa a sus padres o cuidadores.
Beneficios
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La psicoterapia infantil ofrece numerosos beneficios que pueden tener un impacto positivo en el desarrollo emocional y psicológico de los niños. Algunos de los más destacados son:
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Mejora de la comunicación: Ayuda a los niños a expresar sus pensamientos y sentimientos de manera más efectiva.
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Manejo de emociones: Enseña a los niños a identificar y regular sus emociones, lo que puede reducir la ansiedad y la frustración.
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Desarrollo de habilidades sociales: Facilita la interacción con otros y mejora la capacidad para hacer amigos y resolver conflictos.
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Aumento de la autoestima: Fomenta una autoimagen positiva y una mayor confianza en sí mismos.
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Resolución de problemas: Proporciona herramientas para enfrentar y resolver dificultades de manera constructiva.
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Apoyo en situaciones difíciles: Ayuda a los niños a lidiar con cambios importantes, como el divorcio de los padres o la pérdida de un ser querido.
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Prevención de problemas futuros: Intervenir temprano puede prevenir la aparición de problemas más graves en la adolescencia o la adultez.
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Entorno seguro: Ofrece un espacio donde los niños pueden sentirse escuchados y comprendidos, sin juicios.
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Adaptación a cambios: Ayuda a los niños a adaptarse a nuevas situaciones, como mudanzas, cambios de escuela o nuevas amistades.
